Todo lo que sé sobre Vani y sus tesoros escondidos

Llovía con fuerza sobre los caballos dorados que presiden la fuente central de Kutaisi, sobre los campos que divisábamos al borde de la carretera y llovió con rabia durante todo el trayecto, hasta que llegamos a la vecina ciudad de Vani. Alli, visitamos unas ruinas de otro mundo y otro tiempo, situadas en una colina que domina la llanura por la que discurre el rio Rioni.

Georgia esta llena de historias, así que no tardamos en saber, gracias a mi gran amigo Yago, que en el siglo XIX, cuando la familia noble georgiana Akhvlediani eran los propietarios de los terrenos por donde paseámos y donde se encuentran, actualmente, los restos arqueológicos de la antigua capital colchi, esta estaba sepultada por una espesa capa de tierra de màs de dos metros de profundidad.

El noble señor decidió construir un gran pozo en la colina y para ello contrató a varios jornaleros. Los poceros pasaron el primer día trabajando sin descanso y excavaron un hoyo de tres metros de profundidad. Al amanecer del día siguiente encontraron el inacabado pozo pero, por mas que buscaron, no hallaron ni rastro de los trabajadores, dejando un gran interrogante al verlos esfumados, repentinamente, sin cobrar su trabajo.

Muchos años después, se descubrieron grandes tesoros enterrados en la ciudad en ruinas que yacía olvidada bajo esa colina, y hasta los mas torpes, resolvieron el misterio que durante tanto tiempo habia envuelto la desaparición de los jornaleros.

La lluvia se convirtió, poco a poco, en un chirimiri, una de esas lluvias melancólicas que traen recuerdos, historias y sueños. Nosotros continuamos nuestro paseo por las ruinas de la ciudad, que todavia no tiene nombre, sabiendo que la tierra que andabamos pisando guarda oculta en sus entrañas historias que se han contado pero que nadie recuerda.

Una hermosa y delicada pieza de orfebrería colchi, un pendiente de oro de escasos centímetros con dos magnificos caballos, y animales mitológicos, que se han encontrado en Vani, han vuelto a renacer inspirando una bonita fuente en el centro de Kutaisi.

Y es, precisamente, la lluvia la que, de vez en cuando, hace que otras de esas historias salgan a relucir. Cada vez que las aguas remueven los cementerios donde yacen enterrados los antiguos habitantes de esta olvidada ciudad, emergen a la superficie decenas de brazaletes, efigies o amuletos de oro macizo que acompañan a sus dueños en su viaje final y que son vestigios de esas historias antiguas que llevan una eternidad queriendo ser contadas.

Son las historias de otros días lluviosos que no hemos vivido, que piden a gritos que, tan solo, alguien las encuentre, las desempolve y les de un poco de brillo.

Dejé Bruselas y llevamos en Georgia casi un año visitando muchos lugares increíbles. ¡Todavía estoy tratando de ponerme al día con todo lo que tengo para escribir! Mientras tanto, puedes leer mis relatos sobre mis lugares favoritos que vale la pena visitar en este encantador país y mi megaguia para viajar a Georgia con toda la información básica si quieres viajar a este país: nuestra base es Kutaisi y realmente disfrutamos de su ambiente relajado y de todos los monasterios que visitamos cerca. Después, hemos estado varias veces en la mágica zona de Svanetia y Ushguli, que es el pueblo más alto poblado continuamente en Europa y famoso por sus torres medievales. Hemos visitado muchas veces los balnearios abandonados de Tskaltubo cerca de Kutaisi, un destino favorito del mismo Stalin para tomar los baños y Gori su ciudad natal. Desde aquí, hemos visitado Armenia y Azerbaiyán y visitado numerosos parques naturales para hacer una de las cosas que más nos gusta hacer: disfrutar con estupendos trekkings, una de ellas una caminata en el valle del Truso en la zona de Kazbegui.

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