Karagöl : El lago negro de Borçka.

Historias de Viajes por Carretera

Cuadragésimo octavo relato "Living la vida Georgia" 29 junio, 2018

Historias de Viajes por Carretera - Karagöl : El lago negro de Borçka.

El calor era asfixiante, así que después de cruzar la frontera con la vecina Turquía y remojarnos un par de horas en el mar negro, sin verdaderamente pensarlo mucho, nos pusimos en marcha hacia la zona de Kars, con el propósito de visitar los territorios que Georgia cedió a Turquía en el ya lejano 1921.

Sabíamos que en esta región numerosas iglesias ortodoxas georgianas conviven con coloridas mezquitas, así que la primera idea fue continuar por la carretera para dejarnos sorprender por ellas. Lo primero que nos llamó la atención fueron las plantaciones de té que cubrían las empinadas laderas junto a casas de madera colgadas en las montañas sujetadas por pilones flotando en el aire, desafiando las leyes de la gravedad. La vegetación era exuberante y atraídos cual mantis religiosa que conoce su final, sin poder evitarlo nos internamos en una peligrosa carretera que exponencialmente se volvía cada vez mas bella.

El viaje a Karagöl o Lago Negro no fue fácil ni agradable. La estrecha carretera sin ninguna protección, serpenteaba vertiginosamente por la montaña, en algunos tramos la verticalidad de esta se truncaba para hacer que la carretera, literalmente, pasara por debajo de los inmensos peñascos que sobresalían teniendo la sensación de que toda la montaña pudiese venirse abajo y aplastarnos irremediablemente. Al otro lado no era mejor, veíamos un abismo por el que si caíamos podíamos hacer palidecer de miedo a cualquier trayecto en la mejor de las montañas rusas de un parque de atracciones.

Así que cerré los ojos y contuve la respiración en cada posible accidente pero los abrí fuertemente para poder captar como la pálida luz del sol hacia que el verdor de la espesa vegetación resaltara, mientras la ligera lluvia dejaba un dulce y agradable olor a tierra mojada, todo ello adornado con una niebla que lentamente nos perseguía ascendiendo sigilosamente en la distancia.

Cansados, llegamos al lago Karagöl a mas de dos mil quinientos metros, al caer de la tarde y la recompensa fue sublime. El inicio del solsticio de verano en el mítico día de San Juan hizo que este lago no se pintase de negro sino de un verde esmeralda que nos fascinó. La primera impresión del imponente lago abrigado por el valle, en medio de una agreste ubicación, enmarcado por montañas y bosques frondosos con abetos color verde aceitunado y helechos que median mas de dos metros fue simplemente mágica. De vez en cuando, la tierra se asomaba para reflejarse en la tranquila superficie del lago mientras que la niebla bailaba en las cimas invitando a tomarse las cosas con calma y disfrutar de una placidez inusual.

Las verditurquesas profundidades del lago Karagol tienen algo que deja boquiabierto a quienes las contemplan. Y allí entre tanto movimiento y a la vez, tanta placidez tuve conciencia que no soy la misma que fui hace dos días, ni siquiera la de hace tres meses, y todavía menos la de hace un año y en cierto modo allí mismo, pasee pagina, cambié el disco, limpié la casa sacudiendo el polvo para finalmente cerrar el circulo y dejar de ser quien era para transformarme en quien soy.

Este mundo tan, estrepitosamente, desafinado a veces, también te sorprende con mundo acuático de ensueño donde se oyen pequeñas melodías.

Historias de un viaje por carretera
Historias de un viaje por carretera desde Hopa a Karagol
Historias de un viaje por carretera
Historias de un viaje por carretera: Atardecer en el lago
Historias de un viaje por carretera
Historias de un viaje por carretera: Amanecer en el lago
Historias de un viaje por carretera
Historias de un viaje por carretera: Embarcadero y peces
Historias de un viaje por carretera
Historias de un viaje por carretera dando la vuelta al Lago
Historias de un viaje por carretera
Historias de un viaje por carretera: playa del lago
Historias de un viaje por carretera
Historias de un viaje por carretera: reflejos
Historias de un viaje por carretera
Historias de un viaje por carretera detalle
Historias de un viaje por carretera
Historias de un viaje por carretera: Paseo por el lago
Historias de un viaje por carretera
Historias de un viaje por carretera: Detalle paseo por el lago
Historias de un viaje por carretera
Historias de un viaje por carretera: Flores silvestres

Dejé Bruselas y llevamos en Georgia casi un año visitando muchos lugares increíbles. ¡Todavía estoy tratando de ponerme al día con todo lo que tengo para escribir! Mientras tanto, puedes leer mis relatos sobre mis lugares favoritos que vale la pena visitar en este encantador país y mi megaguia para viajar a Georgia con toda la información básica si quieres viajar a este país: nuestra base es Kutaisi y realmente disfrutamos de su ambiente relajado y de todos los monasterios que visitamos cerca. Después, hemos estado varias veces en la mágica zona de Svanetia y Ushguli, que es el pueblo más alto poblado continuamente en Europa y famoso por sus torres medievales. Hemos visitado muchas veces los balnearios abandonados de Tskaltubo cerca de Kutaisi, un destino favorito del mismo Stalin para tomar los baños y Gori su ciudad natal. Desde aquí, hemos visitado Armenia y Azerbaiyán y visitado numerosos parques naturales para hacer una de las cosas que más nos gusta hacer: disfrutar con estupendos trekkings, una de ellas una caminata en el valle del Truso en la zona de Kazbegui.


Ayúdame compartiéndolo en tus redes sociales.