Racha: el secreto mejor guardado del Cáucaso.

Lugares Turísticos de Georgia Insólitos

Cuadragésimo sexto relato "Living la vida Georgia" 8 junio, 2018

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Lugares turísticos de Georgia según tu estado de animo

Racha no está dentro de los principales circuitos turísticos de Georgia pero, sin lugar a dudas, Racha es un lugar turístico insólito en el que perderse y descubrir una región donde los tradicionales cantos, o sus lamentos funerarios se combinan con espectaculares lagos de altura color turquesa y glaciares. A primera vista, el ancestral norte de Georgia esta cubierto de paisajes exuberantes y pueblos idílicos enmarcados por rios, iglesias, desfiladeros y las montañas del Cáucaso pero si preguntas a los lugareños, los relatos cobran vida. Los secretos están por todas partes, cada colina tiene una historia, cada castillo en ruinas oculta una epopeya histórica y por todos sitios hay leyendas, triunfos y tragedias. Hoy te dejo mi relato sobre mi viaje desde Kutaisi hasta la injustamente olvidada región de Racha que, a partir de ahora, puedes añadir en tu viaje a Georgia.

Desde Kutaisi decidimos seguir el curso del Rioni y adentrarnos en la pequeña región de Racha. Nos dirigimos hacia el norte por el margen derecho del río, dejamos atrás el Jardín Botánico y justo cuando estábamos bordeando la antigua presa soviética de Gumat, ante el estado de la carretera, cedimos ante el empeño de visitar el pueblo de Tvishi, conocido por su vino blanco y sus altos acantilados. Acordamos volver sobre nuestros pasos y tomar un atajo vía la ciudad minera de Tkibuli al pie de la espectacular montaña Nakerala.

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Tras una subida a un puerto de montaña que se nos antojaba como vertical, ante nosotros apareció Racha, un lugar especial completamente virgen, cubierto de bosques de hayas, pinos y abetos, rios embravecidos por el deshielo, viñedos que producen dos de los vinos mas selectos y caros de Georgia, y un paisaje donde las montañas y las altas praderas alpinas nos dejaban sin palabras.

Dejamos a la izquierda la zona de Khvanchkara, donde se cría el afrutado vino tinto favorito del mismísimo Stalin y continuamos nuestro periplo, otra vez, al margen del poderoso Rioni lleno de truchas y pescadores tratando de atraparlas en medio de una pasmosa tranquilidad.

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Pasamos entre la iglesia de la Virgen de Barakoni, donde todos los feligreses se apresuraban para entrar en la pequeña iglesia rodeada de tumbas y viñedos, el castillo medieval semiderruido de Mindatsikhe que coronaba una colina, y las cuevas de Khvamli donde se dice que están los tesoros de los reyes de Georgia, y llegamos a Oni en la conjunción de la carretera que lleva a la prohibida Osetia. En este pequeño pueblo nos sorprendimos al descubrir la hermosa sinagoga, único vestigio junto con el cementerio de la enorme comunidad de judíos que vivieron cerca de dos mil años aislados en estas tierras altas antes de marcharse a Israel.

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Sin esperarlo el tiempo cambió radicalmente y una lluvia fina empezó a calarnos mientras nos adentrábamos hacia el imponente Cáucaso por la sorprendente y plàcida carretera repleta de abetos y zonas termales. Esta nos acabó llevando a Glola donde vimos otro de los castillos de la reina Tamar y a Shovi un popular spa en los tiempos soviéticos rodeado de flores y de encantadores praderas.

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La tremenda tormenta que se desencadenó después, hizo que nos refugiáramos en un bar donde probamos el lori, el sabroso jamón ahumado típico de la región, y un poco de vino tinto. El bar comenzó a llenarse y cuando la televisión empezó a retrasmitir la final entre el Real Madrid y el Liverpool, ya no quedaba nadie sin saber que éramos españoles. Cada gol, cada jugada con peligro y cada fallo del portero inglés, fue celebrado como propio. Nuestra mesa se llenó con todo el calor y todos los buenos deseos de todas las personas que se acercaban para felicitarnos, chocar nuestras manos y hacernos sentir que estaban de nuestro lado.

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La escondida región de Racha, definitivamente, ha quedado guardada en esa parte del corazón donde quedan los sitios que, por alguna extraña razón, conectan contigo.

En una de sus canciones Chavela Vargas dice que uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amo la vida.

Así que me quedo tranquila sabiendo que a Racha voy a regresar.

Dejé Bruselas y llevamos en Georgia casi un año visitando muchos lugares increíbles. ¡Todavía estoy tratando de ponerme al día con todo lo que tengo para escribir! Mientras tanto, puedes leer mis relatos sobre mis lugares favoritos que vale la pena visitar en este encantador país y mi megaguia para viajar a Georgia con toda la información básica si quieres viajar a este país: nuestra base es Kutaisi y realmente disfrutamos de su ambiente relajado y de todos los monasterios que visitamos cerca. Después, hemos estado varias veces en la mágica zona de Svanetia y Ushguli, que es el pueblo más alto poblado continuamente en Europa y famoso por sus torres medievales. Hemos visitado muchas veces los balnearios abandonados de Tskaltubo cerca de Kutaisi, un destino favorito del mismo Stalin para tomar los baños y Gori su ciudad natal. Desde aquí, hemos visitado Armenia y Azerbaiyán y visitado numerosos parques naturales para hacer una de las cosas que más nos gusta hacer: disfrutar con estupendos trekkings, una de ellas una caminata en el valle del Truso en la zona de Kazbegui.


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